Destino consolidado. Nuevo destino. Destino preservado. Mientras haya algo para ver en el mundo y exista un turista, existirá la necesidad de un medio de hospedaje para ese viajero.
Paralelamente a las redes hoteleras -instaladas en las grandes ciudades- y resorts -inaugurados en paraísos- hay emprendedores independientes que trabajan para recibir a los turistas.
Así, de esa necesidad simple, surgió el Bed and Breakfast en Irlanda (también conocido como “Cama y Desayuno”). En la época, el país notó una demanda de turistas que buscaban hospedaje en algunas regiones donde no había cadenas hoteleras ni proyectos dese porte en construcción, por la cuestión del costo-beneficio de estos emprendimientos. Por eso, el modelo Bed and Breakfast se convirtió en una solución con formato económicamente interesante, tanto para el viajero como para los pequeños propietarios que empezaron a ofrecer habitaciones y una comida diaria a quien buscaba, inicialmente, regiones menos pobladas.
En Brasil, por ejemplo, el Bed and Breakfast se convirtió en fuente de ingresos para varios pequeños propietarios rurales, que ya no lograban vivir solo de la agricultura y la pecuaria. Se convirtió en parte de la solución y en incentivo para el turismo rural en pequeños municipios que no tenían posibilidades de atraer a una gran cadena hotelera, ya que debido a su poca relevancia no entrarían en el desarrollo de sus estudios de viabilidad hotelera.
Actualmente el mercado presenta una vasta gama de posibilidades de hospedaje. En un extremo, están las cadenas internacionales y nacionales con sus decenas, centenas de emprendimientos de diferentes categorías, localizados en destinos estratégicos de ocio y de negocios. En el otro extremo, están los hoteles de nicho, algunos integrando itinerarios con encanto, otros en destinos como São Paulo, Río de Janeiro, Salvador y Curitiba, capitales nacionales que tienen sus hoteles boutique con buena tasa de ocupación todo el año. En el medio, están las pequeñas redes brasileñas o del exterior, que buscan su lugar al sol, muchas veces constituyéndose como el primer hotel de cadena en las ciudades, lo que contribuye -y mucho- al desarrollo del sector. Y también existen los emprendedores independientes -tan importantes como esos grandes players-, aquellos que tienen una sola unidad (o unas pocas), y aquellos que se ocupan del menú, de la limpieza y arreglo de las habitaciones, del entrenamiento del equipo, de la renovación regular del equipamiento hotelero. En estos casos, el dueño está al frente del negocio -independientemente del porte o perfil del hotel.
Brasil, reconocido como un país de dimensiones continentales y de gran riqueza natural, continúa siendo un lugar interesante para abrir un nuevo hotel. Un ejemplo reciente es la red francesa B&B, que posee más de 400 unidades en Europa y acaba de inaugurar su primer establecimiento en Brasil. De acuerdo con la red, la promesa es inaugurar en el país alrededor de 30 hoteles hasta 2025.
Paralelamente a las grandes redes, surgen varios otros destinos para el turismo independiente. Es el caso de Dores do Rio Preto, en el estado de Espíritu Santo, que tiene muchos propietarios rurales que reciben turistas de todo el país y del mundo para hospedarse en sus estancias en el modelo “Bed and Breakfast”.
Por todo eso y a pesar de la crisis económica, podemos afirmar que los hoteles independientes son parte importante del engranaje del turismo. Estos ayudan a mover la economía, recibiendo huéspedes con finalidades diferentes, sea turismo de ocio o de negocios.
De acuerdo con esa perspectiva, WTM Latin America trae otra novedad para la próxima edición, que se realiza del 3 al 5 de abril, en el Expo Center Norte, en la ciudad de São Paulo: se trata del lounge dedicado a los medios de hospedaje independientes, un espacio concebido por la organización del evento en Brasil y viabilizado con el apoyo de la Asociación Brasileña de la Industria de Hoteles (ABIH). En el lounge, los emprendimientos -independientemente del porte- tendrán las mismas oportunidades de generación de negocios que las grandes cadenas.
Al fin y al cabo, es el momento de arremangarse, aumentar las inversiones en innovación y trabajar todavía más. Estamos persuadidos de que contribuir a asegurar la equidad en el negocio de hotelería traerá buenos resultados para toda la industria.