*Por Alexandre Sampaio (Presidente de la Federación Brasileña de Hospedaje y Alimentación)
La llegada del nuevo coronavirus (Covid-19) al territorio brasileño, hace poco más de un mes, fue responsable de alterar negativamente la vida de los ciudadanos brasileños. En el turismo, entonces, el cuadro es desesperante. Para evitar un colapso económico debido a la pandemia, las entidades representativas del sector se han reunido en numerosas ocasiones, en las últimas semanas, para buscar alternativas capaces de prevenir la quiebra masiva de nuestras empresas. Aun así, en la primera quincena de marzo, registramos una pérdida que supera los 2,2 mil millones de reales.
Con los aeropuertos cerrados, los hoteles con poca demanda y los bares y restaurantes sin el movimiento necesario para mantener las puertas abiertas, el trade turístico es actualmente el más afectado por el virus.
A nivel global, la Organización Mundial del Turismo (OMT) estima un retroceso de entre el 20 y el 30% del turismo internacional en 2020, debido a la pandemia. Es posible que haya una reducción en la facturación de entre 300 mil millones y 450 mil millones de dólares estadounidenses.
Para contener los impactos en el segmento, la Organización Mundial de la Salud (OMS), junto con la OMT, lanzó, la semana pasada, las Healing Solutions For Tourism Challenge, con el fin de buscar soluciones, con tecnologías e iniciativas innovadoras, para el desarrollo sostenible en una situación de crisis. El concurso está abierto a startups y emprendedores de todo el mundo.
Sabemos que el segmento es significativo para la economía, considerando que, en 2019, la OMT registró que uno de cada diez empleos en todo el mundo está relacionado con el trade.
Sin embargo, no podemos olvidar la importancia de la ayuda de la población para el mantenimiento y funcionamiento del sector. Cuando la batalla contra el coronavirus se haya ganado, debe tenerse en cuenta que el turismo volverá a generar ingresos, además de empleos, con el consumo nacional. Será un momento importante para motivar los viajes dentro de Brasil para que podamos levantarnos.
Hoy en día, contamos con el apoyo de los empleados para mitigar la propagación del virus. Sabemos que juntos somos más fuertes. En la cadena hotelera, por ejemplo, orientamos a empleados y huéspedes sobre las principales medidas preventivas. También existe la preocupación de informar la forma correcta de desinfectar objetos. La intención del segmento es, cada vez más, colaborar para que el país pase por este momento delicado.
En el área de comida, vemos un gran movimiento en los servicios de entrega para que los bares y restaurantes no cierren totalmente sus puertas. Aun así, se teme que pueda haber un colapso en el sector. De acuerdo con José Roberto Magalhães, director de la Asociación Brasileña de los Profesionales de Cocina (APC Brasil), se estima que entre un 30 y un 50% de los restaurantes del mundo pueden cerrar. Para evitar esto, vemos un esfuerzo constante para mantener los ingresos de esos establecimientos. Algunos de ellos optan usar cupones, mientras que otros intentan suspender y/o reducir las tarifas que pagan por los servicios esenciales.
El momento actual exige que seamos creativos, pacientes y responsables. Vamos a tratar, cada vez más, de minimizar los impactos negativos de la pandemia en los segmentos relacionados con la comida y la hotelería.
Vale la pena recordar que, como otras situaciones, esta fase es pasajera. Ahora es el momento de unirnos en pro de la salud mundial. La higiene básica, al ser reforzada diariamente, es una de las mejores aliadas en la lucha contra este enemigo invisible. La concienciación sobre el tema permitirá que el final de la pandemia llegue lo antes posible.
Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no necesariamente reflejan la posición de WTM Latin America.