*Por Rogéria Pinheiro
Esta es una pregunta que muy pocos empresarios del mercado turístico se han hecho. Si bien Brasil es el país con la segunda mayor población negra del mundo ‒más de 79 millones de afrodescendientes –, aún es muy difícil encontrar campañas, acciones, paquetes y viajes realmente enfocados a este público.
Por supuesto, tres siglos de esclavitud, una desigualdad social irrefutable y el aún reciente (pero creciente) ascenso de personas negras a una posición destacada en el mercado de consumo confluyen a que esta no sea una pregunta natural en el campo del turismo. Pero es necesario hablar de ello
Hay una invisibilidad tanto en la cuestión de pensar en un cliente negro como un potencial consumidor de viajes de lujo como en los destinos, porque pocas agencias priorizan aquellos que se enfocan en poblaciones y culturas afrodescendientes. Y fíjese que estamos hablando de no ver una audiencia que engloba más de la mitad de la población brasileña.
Lo que se nota hoy es que el marketing se está tomando en serio la representatividad: hay mucha preocupación por tener una persona negra en las campañas. Pero el negro no se considera un público de interés en las ventas o selección de productos. ¿Y cómo hablar de ello, tratar de cambiar ese escenario, hacerlo viable dentro de una agencia?
También llamado turismo étnico, el afroturismo aparece como una vertiente del turismo tradicional, incluyendo y destacando la cultura negra de los lugares visitados. Es el conjunto de experiencias turísticas afrocentradas, que valoran la historia y cultura negra en todo el mundo. El modelo fue señalado como una de las grandes tendencias del turismo mundial precisamente por la oferta de esas experiencias de inmersión.
Si aún no logra ver a la población negra como cliente principal, puede, por ejemplo, priorizar destinos con tradición afro en la cartera de la agencia, como quilombos (comunidades de cimarrones), comunidades de origen africano o la cuestión religiosa. Presentar la cultura y la historia afro de un lugar a quienes, sin viajar, nunca tendrían la versión de la historia desde la perspectiva de los negros, ya es un comienzo, una forma introductoria de mostrar a las personas cuán importante es dicha cultura.
También vale la pena resaltar que el afroturismo no es solo para los negros. De hecho, es esencial que las personas que no son negras también lo experimenten. Eso es porque todos ganan cuando conocen mejor la historia de los pueblos africanos, especialmente aquí en Brasil. Por ejemplo: al visitar Alagoas, además de las maravillosas playas, ¿qué tal entender también la historia de los quilombos? ¿Por qué Palmares, que se encuentra en el estado y representa uno de los mayores símbolos de resistencia durante el período de la esclavitud, no es un destino a incluir en el itinerario? Cabe reflexionar sobre eso.
O, si el cliente va a Bahía, ¿qué tal ampliar el itinerario y sugerirle que conozca un poco sobre las comidas típicas o sobre el candomblé a través de la percepción de la población negra, que trajo todo eso aquí? Esto también es afroturismo.
En cuanto a la cadena hotelera, valorar al cliente negro y demostrarle realmente que su presencia es muy importante para usted va desde la atención hasta la elección de productos y amenidades dentro del hotel. Por ejemplo, ¿cuántos establecimientos investigan en profundidad y, al descubrir que las fundas de almohada de seda son mejores para los huéspedes con cabello encrespado y rizado, hacen el esfuerzo de colocarlas en la habitación de esos clientes?
Por supuesto, todo esto implica una deconstrucción de todo un proceso histórico, ¡una más! Pero, como con todo cambio de hábito y aprendizaje, es necesario empezar, aunque sea tímidamente. Sobre todo porque valorar a los negros significa valorar no solo una gran parte de la población que quiere y puede permitirse pagar por servicios de lujo, sino también experiencias inmersivas exclusivas y memorables. Más que eso: es valorar nuestra propia historia.
Dado que muchas agencias operan en piloto automático, no olvidemos que los atractivos vinculados a la identidad, la cultura y la historia de un pueblo son siempre la esencia de los viajes más memorables. Y que si bien existe una deuda histórica del Estado brasileño con los negros, siempre han sido una población con voz, sueños y demandas propias, y merecen visibilidad.
Las opiniones expresadas en este texto son las del autor y no reflejan necesariamente la posición de WTM Latin America.