El turismo es un sector que genera ingresos y empleo en todo el mundo, y no tendría por qué ser diferente entre los brasileños. El sector pone en movimiento a las industrias de aviación, hotelería, gastronomía, entretenimiento, negocios, ocio y tantas otras. O sea, es un ciclo virtuoso que hace que la economía gire y tenga impacto directa o indirectamente sobre más de 50 sectores del mercado. Hoy, se configura mundialmente como la actividad responsable de generar 1 de cada 10 puestos de trabajo, en un universo que reúne una cadena de players estratégicos.
Sólido, consolidado y repleto de oportunidades, el mercado turístico abre espacio para la presencia femenina, y es considerado por la Organización Mundial del Turismo (OMT) como el que más oportunidades tiene de emplear mujeres y minorías por su gran alcance y chances. Esa realidad del sector de turismo, no obstante, es muy diferente de lo que se encuentra en la sociedad como un todo, donde las mujeres ocupan solo el 48,5 % de los puestos de trabajo en el mundo, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y el 43,8 %, en Brasil, según el IBGE.
Un punto sobre el que vale la pena reflexionar es: ¿Por qué en un universo compuesto mayoritariamente por la fuerza de trabajo femenina vemos tan pocas mujeres en cargos de liderazgo? Las posiciones más altas todavía sufren la falta de equidad de género. La OMT muestra que del total de funciones ocupadas por mujeres en el sector, solo una minoría está en posiciones estratégicas o de gran cualificación. Gran parte todavía ocupa cargos más bajos y con remuneraciones inferiores.
Cuando observamos el panorama general de nuestra sociedad, notamos que ese problema no es exclusivo del turismo, ya que en Brasil de acuerdo con el IBGE, apenas 37 % de los puestos de gerencia y dirección son ocupados por mujeres. Es del IBGE también un dato que merece considerarse: aunque con más estudio, cualificación y, consecuentemente, preparación para el mercado laboral, las mujeres tienen menos acceso a carreras que pagan mejor y la remuneración es menor al compararla con el sueldo de los hombres.
Arrojar luz sobre el tema y subrayar la importancia del papel de las mujeres en la industria de viajes y turismo es permitir una evaluación profunda sobre las posiciones que han conquistado hasta ahora. Tener más mujeres en el mercado de trabajo, en puestos de liderazgo y con salarios que reflejen sus cualificaciones y estudios es uno de los Objetivos del Desarrollo Sostenible propuesto por la ONU, o sea, la búsqueda por trabajo decente e igualdad de género son fundamentales para una sociedad justa y desarrollada.
Eso también depende de la educación y concientización de la sociedad. De acuerdo con una encuesta realizada por Tree Diversidade en alrededor de 600 empresas, existe una distorsión sobre el concepto de género. 80 % de las personas entrevistadas respondió erróneamente al preguntársele “Qué es diversidad de género”. Implantar la pluralidad y preparar el ambiente para esa realidad es el reto que se les presenta a las empresas.
El protagonismo femenino en el turismo es legítimo. Y, tan importante como reconocer e impulsar a las mujeres a cargos de liderazgo, es la necesidad de crear los medios para que se desempeñen en igualdad de condiciones. Tenemos una participación significativa de mujeres en este mercado, lo que abre una posibilidad real de empoderamiento, puesto que las inserta en el medio productor, además de conferirles voz y autonomía para posicionarse ante la sociedad.
La principal propuesta de este argumento es la siguiente: considerar la participación más activa de las mujeres en el mercado laboral desde una perspectiva positiva y, sobre todo, resaltar el poder transformador que generan las acciones femeninas en este sector. De ninguna manera estoy instando a que solo se considere un lado de la moneda, sino que el todo pueda combinarse y analizar más atentamente este momento, incorporando el talento, el conocimiento y la preparación que cada profesional puede aportar para la reactivación del sector.
Un consejo valioso de quien representa una minoría femenina en un cargo de liderazgo: Inspírese y elija a una persona de confianza que pueda orientarla y aconsejarla en la jornada ejecutiva. En la próxima edición de WTM Latin America tendremos un panel dedicado a eso. La fuerza laboral femenina está madura y es autosuficiente para conquistar espacios y emprender en este mercado tan fértil.
Sea en Brasil o en el mundo, todavía hay un gran desafío en diversos sentidos. Considero que la evolución de la presencia femenina es, sin duda, una contribución de extrema relevancia y un hito en un mercado que se muestra acogedor y optimista.