(*) Simon Mayle
El otro día me encontré reflexionando sobre cuántas veces, desde 2020, pronuncié o escuché la expresión “falta poco”.
Fueron innumerables veces desde marzo de ese año. Empezando por “falta poco para terminar la primera fase de la cuarentena”, pasando por “falta poco para que llegue la vacuna”, “falta poco para la segunda dosis”, “falta poco para completar el ciclo de vacunación”, “falta poco para volver a nuestra rutina”, y llegando incluso a “falta poco para que nos quitemos la máscara”. Y hablando de máscaras, varias capitales brasileñas, incluida São Paulo, han decidido retirar su uso obligatorio al aire libre, aunque mantienen la exigencia en lugares cerrados como colegios, teatros, cines y recintos de eventos, además, por supuesto, de las otras medidas de precaución.
El caso es que hoy, 11 de marzo de 2022, se cumplen dos años desde que la Organización Mundial de la Salud decretó la pandemia de COVID-19.
A pesar de los innumerables desafíos vividos en todo el mundo en el sentido social, político, humanitario y económico, esta vez, siento que “falta poco” está cargado de más esperanza: nos trae un mensaje de optimismo por lo nuevo.
Aprendimos nuevas formas de trabajar, de relacionarnos personal y profesionalmente, de gestionar nuestro tiempo, de encontrar soluciones a viejos y nuevos retos, de cuidar nuestra salud física, emocional y mental, y de definir nuestras prioridades.
Y fue en medio de estas reflexiones que me di cuenta que “falta poco” para que nos volvamos a encontrar en la edición presencial de WTM Latin America. Para ser exacto, poco más de 20 días o poco menos de 480 horas.
Sí, estamos trabajando con mucha dedicación para entregar una edición que ya está siendo llamada “el pabellón de la reanudación”.
Para nosotros, asumir este título es una gran responsabilidad porque no se trata exclusivamente de nuestra reanudación presencial. Se trata también de la reanudación de eventos de gran envergadura en América Latina, que conectan nuestra región con el mundo y el mundo con nuestra región.
Pero, más que la reanudación de los eventos presenciales, este título puede entenderse como la reanudación de nuestra industria. Esto porque, más allá de nuestra esperanza, los números son optimistas: según una encuesta del WTTC (World Travel and Tourism Council), nuestra actividad sería responsable de US$ 233 mil millones en América Latina, un crecimiento de más del 48 % en la generación de riqueza en la región, respecto a 2020.
Y fue pensando en este conjunto de información que me di cuenta de lo asertivos que fuimos al elegir el lema “La Magia ha Vuelto” como inspiración para esta edición.
Más allá de los números, tan necesarios para la sostenibilidad económica y social de nuestro sector, el turismo es relación, es conexión humana.
Y tenemos que estar alerta a esta perspectiva. Solo así podremos garantizar que el viajero -ya sea de negocios o de ocio- tenga la mejor experiencia posible en el destino y la certeza de un viaje seguro, punto que ha cobrado aún más relevancia porque sabemos que la pandemia no ha terminado y que necesitaremos vivir con sus protocolos durante mucho tiempo. Por lo que es nuestra obligación hacer que los turistas sientan confianza, que es una de las cosas que más les preocupa.
Y aún en lo que se refiere a relevancia y aspiraciones, así como a lecciones aprendidas, llevamos tiempo abordando, en nuestro pabellón, temas que están en la agenda de los viajeros y para los cuales el mercado se viene preparando en los últimos años.
En cuanto a las prioridades, hemos hablado mucho sobre tecnología, no sobre equipamiento y disponibilidad de wi-fi, sino sobre la tecnología y su uso para mejorar la experiencia y garantizar la seguridad.
También hablamos de Turismo Responsable, e incluso creamos un premio que evalúa las mejores prácticas implementadas en la región y que ya está en su segunda edición.
Pero es hoy, 11 de marzo, que celebramos otro gran paso en nuestra curación de contenido WTM Latin America: hoy, nuestro Comité de Diversidad organiza su primera agenda colectiva y colaborativa.
Inicialmente, somos un equipo de casi 10 personas dedicadas a pensar en la diversidad y la inclusión más allá de las guías de buenas prácticas que ya adoptan muchas empresas. Queremos trabajar para encontrar caminos y soluciones que puedan hacer de la diversidad una realidad tangible, con iniciativas que dejen de ser proyectos y se conviertan en acciones prácticas, capaces de transformar no solo a la industria sino a nuestra sociedad.
Esto nos hará personas mejores y creará un círculo virtuoso que superará las fronteras de nuestra industria económica. Y, al fin y al cabo, confirmará que de hecho hemos aprendido.
Hoy podemos afirmar que falta poco y que, sin duda, somos el pabellón de la reanudación.
(*) Simon Mayle es director de WTM Latin America, que tendrá lugar del 5 al 7 de abril en los pabellones blanco y azul del Expo Center Norte, en São Paulo