By Paulo Salvador
No cabe duda de que el sector de Ferias y Eventos está experimentado una transformación sin precedentes. Las señales concretas de esos cambios son consecuencia directa de tres factores: 1) Crecimiento exponencial de herramientas digitales que hacen el mundo más fluido, accesible y colaborativo; 2) Explosión de la telefonía móvil que modificó la relación entre personas y empresas, destruyendo antiguas convicciones, y atenuó las diferencias entre producto y servicio, dueños de automóviles y conductores de taxi, hoteleros y dueños de departamentos, promotores y compradores; 3) Revolución demográfica de los millennials: además de numerosos, ellos tienen una visión diferente del trabajo, de las relaciones sociales y profesionales.
Las implicaciones de estos factores para toda la industria de viajes son evidentes: en la hotelería, por primera vez desde la llegada de la internet, los hoteles están reinventando el “arte de hospedar” con osadía extrema y desechando todo el legado de un modelo de servicio secular e industrializado. Ellos están reconsiderando la experiencia a partir de elementos hasta ahora periféricos, como el acceso al arte y a la cultura, la integración con los habitantes locales, el uso del design autentico, espectacular y extremadamente funcional.
En el mundo de las ferias y eventos, los movimientos como TED/TEDx, South by Southwest (SXSW) y C2 Montréal, entre otros, están llamando la atención por su modelo disruptivo. Esos eventos están inspirando a los players de la industria con creatividad extrema, junto con la tecnología y la conectividad aplicada, lo que demuestra que los métodos tradicionales de aprender, hacer networking y concretar negocios ya no son más efectivos. Al fin y al cabo, hoy en día, las múltiples herramientas de información disponibles dentro de nuestro smartphone roban la atención y desvían el foco. Los participantes de las ferias de la próxima generación están ávidos por un mix de entretenimiento & storytelling con variadas opciones informales de aprendizaje y conexión con clientes y prospects. Digo informales porque hasta la formalidad está siendo cuestionada en este mundo en transformación en que vivimos: en las reuniones y escuelas, en los métodos de enseñanza, en las relaciones sociales, en el empleo y jerarquía, en el uso del lenguaje y en la manera de hacer networking y negocios.
Las apps llamadas “audience response” con plataformas en cloud están transformando a los participantes de ferias y congresos en atores activos y proactivos, ofreciendo más calidad en las discusiones de venta, generando insumos que permiten que los organizadores mejoren año a año. Junto con eso, otras tecnologías como beacons, realidad aumentada, asistentes virtuales y dispositivos como hubs de agendamiento de reuniones, apps con perfiles de conferencistas y participantes, contenido de las conferencias, messaging, user generated content y otros que van a impulsar todavía más esa tendencia y se convertirán en el combustible para cambiar nuestras expectativas al frecuentar una feria.
El hilo común de este proceso de transición se llama convergencia. Convergencia entre los activos físicos (los hoteleros poseen hoteles, los organizadores de ferias poseen el terreno, las aerolíneas poseen aviones y las rentadoras de vehículos poseen automóviles) y el mundo digital. El pasaporte para el futuro brillante es entender que el mundo de los negocios no es solo dominar el campo físico o el campo virtual, sino saber administrar las oportunidades de la convergencia entre uno y otro, entre la experiencia física y digital.
Las ferias y eventos del futuro serán un mecanismo híbrido y fluido de participación real y virtual que conectará a más personas mediante múltiples canales por un período más largo, (más allá de la feria) cuyo objetivo final será promover el conocimiento de las personas y -seguramente- generar más negocios para las empresas.
Paulo Salvador, Ejecutivo, Periodista y Sociólogo graduado en la SciencesPo Paris, es COO Global de Omnibees y miembro del Advisory Board de WTM Latin America.