*Por Jeremy Smith (cofundador de Tourism Declares a Climate Emergency)
Hace unos cinco meses, el día en que terminó “le confinement” aquí en Francia, me mudé a mi nuevo hogar. Después de 25 años en un departamento en un primer piso en Londres, comencé a vivir aquí, en un antiguo vivero de plantas al pie de Montagne Noire.
Desde entonces, no me he aventurado muy lejos. Sin embargo, casi todos los días, paseo por mi primer jardín, dichosamente perdido entre la profusión de plantas. Nunca me sentí tan afortunado.
Todavía estoy empezando a entender cómo funciona mi jardín. Pasé la mayor parte de los primeros meses tratando de averiguar los nombres de los árboles. Quería definirlos y saber algo sobre ellos. Subía una foto a Plantnet y hacía clic en la entrada de Wikipedia. Mis paseos acumularon datos aleatorios sobre diferentes especies. La toyon es la planta nativa oficial de Los Ángeles. El álamo blanco era sagrado para Hércules.
Sin embargo, a lo largo de los meses, esa necesidad de definir disminuyó. Ahora, me importa menos conocer su denominación y más ver cómo viven. Eso es porque, después de cinco meses rodeado de seres vivos, nada permanece igual.
Las plantas hicieron lo que suelen hacer. Crecieron, florecieron, dieron frutos y nueces. Sufrieron con el calor de agosto y luego volvieron a florecer milagrosamente con las lluvias de septiembre. Ahora, el jardín vuelve a estar poblado de sonidos, ya que las bayas de mirto y los frutos del madroño traen el canto de los pájaros después del relativo silencio del verano. Me dijeron que aquí había una segunda primavera, y ahora estoy inmerso en ella. Todo esto está cambiando mi modo de pensar y de una manera que todavía no comprendo.
Cuando no estoy en mi jardín, lo miro desde mi escritorio, mientras participo en la última videollamada. La mayoría de esas llamadas son conversaciones sobre lo que sucederá con el turismo. Y, cada vez más, la respuesta es que el próximo gran paso debe ser el “turismo regenerativo”.
¿Qué es el turismo regenerativo?
El mes pasado, el New York Times publicó un artículo titulado “Sal del camino, turismo sostenible. El turismo regenerativo llegó”. Según la definición del texto, los viajes regenerativos / turismo regenerativo es “dejar el lugar mejor de lo que usted lo encontró”.
De acuerdo con el NYT, las versiones anteriores de “mejorar el turismo” intentaban causar menos daño.
Según el artículo, “el turismo sostenible tiene como objetivo contrarrestar los impactos sociales y ambientales asociados con los viajes”.
¿En serio? Encuentro estas definiciones decepcionantes. Cualquier exponente de la sostenibilidad cree que se trata de hacer un mundo mejor. Ecológico, justo, ético… Se trata de hacerlo mejor que el status quo. Y la definición original de turismo responsable es “hacer lugares mejores…”
Si el turismo regenerativo es solo otra nueva expresión de moda que reempaqueta lo mismo de siempre, también se devaluará y con el tiempo se reemplazará. Sí, se trata de mejorar las cosas. ¿Pero cómo?
Creo que tenemos que abordar esto de manera diferente. Tenemos que dejar de preguntarnos qué es el turismo regenerativo y, en cambio, preguntarnos cómo el turismo puede ser regenerativo.
¿Cómo el turismo puede ser regenerativo?
Si voy a un garden center a comprar un árbol nuevo para mi jardín, puedo comprar una plántula de árbol que se produjo de manera responsable. Las personas involucradas en todas las etapas, desde la semilla a la tienda habrán sido remuneradas adecuadamente. Puedo preguntar si es Comercio Justo. Orgánico. Local.
Puedo hacer todas estas preguntas al elegir qué especies comprar. Ellos tratan al árbol como un producto individual y buscan asegurarse de que sea bien producido. Pero no prestan atención al sistema vivo en el que se plantará el árbol. No tienen en cuenta cómo las plantas, pájaros, insectos, lagartijas y pequeños mamíferos del jardín en el que lo planto se verán afectados por su incorporación a su compleja y entrelazada sociedad.
No obstante, ese es el tipo de pregunta que debo hacer si quiero asegurarme de que mi árbol florezca y mi jardín también florezca con él. ¿Cómo crecerá ese árbol? ¿Cómo su crecimiento afectará a las otras plantas que crecen a su alrededor? ¿Es el suelo adecuado para el árbol en que esa plántula se convertirá? ¿Su crecimiento extraerá demasiados nutrientes para que otras plantas, que actualmente prosperan, comiencen a tener dificultades? ¿La sombra que hará cuando crezca será un buen lugar para escapar del calor cada vez fuerte del verano? ¿O impedirá que las anémonas obtengan suficiente luz?
Año a año, minuto a minuto, mi jardín se está regenerando. Las diversas partes del sistema están entrando en equilibrio. Se están alimentando mutuamente. Los topos que crean pequeños montículos de tierra en todas partes solo están aquí porque hay suficientes lombrices para comer. Y la presencia de lombrices significa que el suelo es rico. En cuanto a los montículos, aprendí a dejar de verlos como algo desagradable y, en cambio, como un regalo de los topos: una tierra excelente para macetas, que me ahorra el trabajo de cavar y permite que continúen los ciclos de regeneración.
Anna Pollock, fundadora de Conscious Travel y asesora de Flandes y Nueva Zelanda sobre viajes regenerativos, probablemente ha pensado más que nadie en cómo comprender y ofrecer turismo regenerativo. Ella dice que algo que ayuda en esto es pensar en él no como un sustantivo, sino como un verbo.
La regeneración es el constante surgir de la vida. El ciclo infinito de renovación que es la naturaleza. La esencia de lo regenerativo es que se está regenerando.
¿Cómo debemos implementar el turismo regenerativo?
Cuando llegué a mi jardín, le pregunté a mi vecina, que resultó ser una experta en permacultura, qué me aconsejaría hacer. Ella respondió: nada. No haga nada. Observe lo que el jardín quiere hacer y respete su deseo.
Tengo dos pimenteros de Sichuan. ¿Por qué uno dejó caer sus semillas a fines de septiembre, mientras que el otro todavía no está listo para cosechar? ¿Estará enfermo? ¿Será el suelo, la sombra o el viento? La respuesta no se puede encontrar en una definición de Wikipedia. Es algo exclusivo de este lugar. Solo se puede conocer estando aquí. Conviviendo con los que están aquí hace más tiempo, siguiéndolos y aprendiendo con ellos. El año que viene tal vez lo descubra. Y cuando vaya a elegir dónde plantar otro árbol, tendré en cuenta los pimenteros de Sichuan.
Nuestra industria se vio obligada a parar. A no hacer nada. Sin embargo, aunque los viajes se hayan detenido, la vida no se ha detenido y la sociedad está emergiendo de nuevas formas. Los hoteleros peruanos se están capacitando como profesores. Los guías balineses están aprendiendo a cosechar algas marinas.
En las ciudades, los carriles para bicis aparecieron de la noche a la mañana y las calles sin automóviles se transformaron en todo, desde patios de recreo hasta pistas de baile. Al observar estos fenómenos en Nueva York, Janette Sadik-Khan, exdirectora de transportes de la ciudad, recurrió a la naturaleza para crear una metáfora cuando escribió: “Una calle crece en Brooklyn y, con ella, la oportunidad de desarrollar comunidades que apoyen a todos”.
Estas son las semillas y los retoños del mundo que todos anhelamos volver a visitar. Imagínense cómo podría florecer si lo alimentamos y le damos el espacio que necesita para respirar. Cuánto más resilientes y variados podrían ser los lugares la próxima vez que los veamos. Y cuán hermosos podrían ser cuando nuestros hijos los visiten. Cuánto más ricas serían todas nuestras experiencias si cada ciclo enriqueciera más el sistema.
Lo que estos últimos meses nos han mostrado es cuán desequilibradas se habían vuelto las cosas. Cómo habíamos construido un sistema que dependía demasiado del turismo. Cuando el turismo salió de escena, muchas cosas entraron en colapso. Cuando regresemos a un mundo de recolectores de algas balinesas y maestros peruanos, ¿cómo podemos adaptarnos mejor?
El turismo regenerativo es el turismo que juega su papel de manera armónica en todos estos procesos, sistemas y manifestaciones de vida que van surgiendo. Es el turismo que actúa como un sistema vivo. Turismo inspirado en la vida.
Entonces, ¿cómo podríamos definirlo? Si le pide a Wikipedia que defina “vida”, la respuesta es: “Actualmente, no hay consenso sobre la definición de vida”.
Quizás deberíamos dejar de intentar definir qué es el turismo regenerativo. Y en su lugar, analizar cómo podríamos libertarlo.
Las opiniones expresadas en este texto son las del autor y no reflejan necesariamente la posición de WTM Latin America.