*Por Gustavo Pinto
El turismo responsable consiste en transformar los destinos turísticos en mejores lugares para vivir y mejores lugares para visitar, en ese orden. La frase que siempre cito en mis presentaciones puede sonar a tópico, pero es lo que hace más tangible el concepto para los profesionales de nuestro sector.
Mirando hacia atrás, a lo largo de una década de trabajo con el tema junto a WTM Latin America, es posible ver que la evolución de los debates también está relacionada con el uso del término que llama a individuos y empresas a asumir responsabilidades. El turismo responsable ha contribuido a abrir un abanico de soluciones prácticas y a aportar diversidad de temas, formatos, personas y empresas al programa por una razón que también tiene que ver con la semántica. Decir a los empresarios que tienen que adoptar prácticas de desarrollo sostenible hace que a menudo se pierdan en este concepto, que es poco práctico y tangible: es difícil llegar a la conclusión de que “sí, ahora mi negocio es sostenible”. El resultado en el sector de los viajes y el turismo es que acaba ciñéndose a lo obvio, como dejar un cartel aconsejando a los huéspedes que no cambien la ropa de cama y las toallas todos los días para ahorrar agua, o fomentar la gestión de residuos.
En un entorno económico en el que el 90% de las empresas son pequeñas, el sector de los viajes y el turismo cuenta aún hoy (y especialmente en Brasil) con pocas fuentes de formación técnica para hacer operativas para el pequeño empresario las cuestiones relacionadas con el desarrollo sostenible. WTM Latin America ha desempeñado un papel fundamental en este sentido, tanto con la propuesta de paneles sobre el tema desde su primera edición en 2013 como con el lanzamiento del Premio Turismo Responsable en 2021.
Es evidente que nuestro programa de paneles temáticos sobre turismo responsable ha experimentado una gran evolución. Inicialmente, partimos de la influencia del mercado internacional en la selección de los temas debatidos en las salas y del giro de estos debates hacia la generación de demanda externa. Poco a poco los temas se reorientaron y empezamos a ver paneles en los que el protagonismo se orienta hacia el desarrollo sostenible de los destinos y las comunidades anfitrionas, relacionados con los pueblos originarios y la ancestralidad, acciones para la equidad, la inclusión y la diversidad en las empresas, conservación de la biodiversidad local, entre otros.
Los temas globales en los paneles de turismo responsable – cambio climático y alternativas a los plásticos de un solo uso – son cuestiones que siempre serán debatidas porque están intrínsecamente relacionadas con nuestra industria. El sector es responsable de entre el 8% y el 11% de las emisiones de gases de efecto invernadero y es posiblemente el mayor consumidor de plástico de la economía. Aquí tenemos un largo camino por delante y pocos efectos contundentes para un cambio en el comportamiento de los consumidores que basten para resolver estos problemas a corto plazo – recordemos que sólo disponemos del corto plazo para acabar con estas cuestiones como ya se debate y conoce exhaustivamente cuando se trata del calentamiento global. Lo contrario de una solución rápida para reducir el calentamiento global es un impacto desastroso en los destinos turísticos en los que trabajamos y que tanto amamos.
Otro aspecto importante de la programación de los temas de turismo responsable es la urgente necesidad de animar al sector de los viajes y el turismo a hacer un seguimiento de sus resultados para medir correctamente los avances hacia el desarrollo sostenible. El enfoque propuesto se refiere siempre al primer paso, al inicio de un viaje que no requiere inversiones financieras, la elaboración de planes complejos ni siquiera profesionales especializados en la materia. No hace falta tener un plan de sostenibilidad completo, pero es esencial hacer lo que se pueda y medir el progreso de este viaje desde la primera implementación.
Hemos llevado este mensaje a lo largo de los años y acaba haciendo el concepto más tangible para el pequeño empresario. Siempre cuento la historia de una empresaria de un hotel de Caraíva (BA) que puso en marcha una acción sensacional para concienciar sobre el problema de la gestión de residuos en esta comunidad tan vulnerable y muy impactada por la actividad turística. Puso como contraseña del Wi-Fi de su pensión “naobebalongneck”, con un mensaje que desaconseja el consumo de bebidas en envases de vidrio. De esta forma, sensibiliza a los visitantes sobre los problemas medioambientales del destino y trabaja para reducir el vertido de vidrio que, a diferencia del aluminio, no se envía a los centros de reciclaje y permanece sin gestionar en Caraíva. Y para esta acción, el empresario no tuvo que gastar ni un céntimo.
Este es sólo uno de los muchos ejemplos que vemos año tras año y lo destacamos para que sirva de estímulo en el programa de WTM Latin America. Queremos quitar el peso de la sostenibilidad a los profesionales del turismo y demostrar que es fácil, barato y tiene sentido empresarial responsabilizarse de los impactos de su actividad económica. Así es como animamos a los empresarios a empezar a actuar hacia el futuro que desean. Y el cambio llegará.