*Por Dario Luiz Dias Paixão, Ph.D.
El término ‘employability’ comenzó a utilizarse en los primeros años del Siglo XX en Gran Bretaña, para, luego, incluirse en el vocabulario francés (‘employabilité’), americano y de otros países preocupados por definir cuáles eran los profesionales “empleables” y los “no-empleables”. Esa noción fue tema de debates de estudiosos de Medicina y Psicología, desde las décadas de 1960/1970, además de los responsables de las leyes y políticas relacionadas con el empleo y el mercado laboral.
En la Sociología (GAZIER, 1983) y la Administración (SHERER; EADIE, 1987), los estudios científicos se iniciaron en los años 1980, ya que la recesión post-crisis del petróleo llevó las multinacionales a despedir a millares de personas, mientras que nuevas teorías y prácticas surgieron ‘reingeniería’ y ‘downsizing’. Brasil pasó a utilizar la palabra en los años de 1990s, mientras que en el sector turístico pasó a ser más utilizado en los años 2000.
Hoy, el término es estudiado globalmente por investigadores y profesionales con visiones multidisciplinarias, ya sea con objetivo de aplicaciones prácticas y mercadológicas, o por motivos teóricos e ideológicos.
Se define empleabilidad como la “condición de volverse profesionalmente relevante y competitivo por medio de calidades (conocimientos, aptitudes, actitudes, habilidades y competencias) deseables por el mercado laboral” (PAIXÃO, 2005).
Son muchas definiciones y relaciones que, estratégicamente aplicadas, ayudan a profesionales en la conquista de sus objetivos, así como a las empresas, en la atracción de talentos, lo que denominamos ‘empleabilidad’ o ‘employer branding’.
En el Fórum Económico Mundial (WEF), la empleabilidad es ampliamente debatida. Para esa entidad de cooperación público-privada sin ánimo de lucro, presidida por el profesor de la Universidad de Ginebra, Klaus Schwab, el futuro del trabajo ha sido la preocupación central en los debates de los 3.500 líderes políticos, sociales, empresariales, artísticos y ambientales que participan anualmente en el evento en Davos, en Suiza.
En su sitio web o redes sociales, se encuentran varios artículos e informes de expertos, universidades y organizaciones, basados en investigaciones aplicadas que tratan el tema con seriedad académica. Los temas más encontrados son: Globalización 4.0, Futuro de la Educación, Potencial Humano, Trabajo y Empleo, Emprendedorismo e Inteligencia Artificial, siempre relacionados con las famosas employability skills.
Son trabajos propositivos que parten de la premisa de que la 4ª Revolución Industrial ya está impactando, sin precedentes, las habilidades, las tareas y los empleos en el mundo. Se sabe que el riesgo del desempleo creciente y la escasez de talentos afectarán el dinamismo de los negocios, la cohesión social y la sostenibilidad global, generando injusticia e inseguridad para toda la Humanidad.
La tecnología está afectando exponencialmente al mercado de trabajo y los modelos de negocios. Y, a pesar de profesiones emergentes con oportunidades en todos los ramos, incluso en el Turismo, sin constante recalificación, el mundo del trabajo generará ”desempleabilidad” de masa, creando una legión de personas que siquiera tendrán condiciones de competir por los puestos de trabajo más básicos, y todavía fomentando bajos índices de igualdad y austeridad.
Así que además de estudios y cases que tienen por fin discutir, medir y evaluar si las employability skills adquiridas por los profesionales corresponden a las oportunidades actuales, el WEF posee el proyecto ‘Preparando-se para o Futuro do Trabalho’ [Preparándose para el trabajo] que proporciona una plataforma de acción colaborativa entre los sectores público, privado y ONGs, proporcionando las bases para futuras estrategias de desarrollo humano y laboral, por medio de calificación permanente.
La idea es generar información y conocimiento abundante para, de este modo, crear una Agenda (o un Roadmap) para que los líderes globales puedan moldear el ‘Futuro da Educación, de Género y del Trabajo’ por medio de una revolución de recalificación (denominada Reskilling Revolution).
Y la actividad turística desempeña un papel central en la implementación de los objetivos del WEF, ya sea porque vivencia el futuro del trabajo desde hace años implementando nuevas tecnologías y estimulando el emprendedorismo, o por generar trabajo, renta y democratización del ocio en ecosistemas de aprendizaje, fomento a la cultura y preservación del patrimonio.
En mundo tan complejo, dinámico y desafiador, “¡el Hombre está sin brújula!” No vivimos bajo el régimen de la emancipación, sino bajo el de la tensión, provocada por fantasmas como desempleo, pandemias, stress, colesterol, violencia urbana y ataques terroristas” (CHARLES; LIPOVETSKY, 2004). Nos corresponde a nosotros, profesionales de Turismo, rescatar una dimensión más humana de la Hospitalidad, valorando el encuentro, la creatividad, el placer, el bienestar, el desarrollo interior, las sensaciones y los sueños.
Por lo tanto, ¡valorar las soft skills (competencias socioemocionales y relacionales) de los profesionales del sector, así como las experiencias de los viajeros consumidores, están entre las principales tendencias para que el Turismo vuelva a generar trabajo, renta y felicidad durante el futuro!
Las opiniones expresadas en este texto son las del autor y no reflejan necesariamente la posición de WTM Latin America.